Shiatsu: el contacto que mueve.

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Me llamo Judith Mayer y puedo ayudarte a liberarte de las tensiones y a lograr una relajación activa. El Shiatsu te ofrece la posibilidad de sentir tu cuerpo y adquirir una nueva conciencia de él. Te ayudará a volver a sentir ligereza y comodidad, frescura y vitalidad. Este trabajo corporal se orienta según tus necesidades particulares, por lo que contribuye de forma especialmente eficaz a fortalecerte en tu trayectoria y en tu situación actual.

 

Shiatsu Raum Freiburg
Judith Mayer, terapeuta de Shiatsu (reconocida por el Gesellschaft für Shiatsu in Deutschland e.V., organismo profesional que representa a los terapeutas de Shiatsu en Alemania)

Stabhaltergässle 10
77955 Ettenheimweiler
0157 52600213
info@shiatsu-raum-freiburg.de

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Tratamientos

Testimonios de mis clientes

“Llevaba mucho tiempo buscando un método terapéutico que me proporcionase una experiencia más intensa que la fisioterapia tradicional; un tratamiento que actuase a un nivel más profundo y que de verdad lograse liberarme de las tensiones. El Shiatsu lo consigue. Tiene exactamente ese efecto; por eso para mí es un regalo de la vida. Con las sesiones de tratamiento de Judith me siento muy bien cuidada, porque ella siempre sabe exactamente qué necesito para sentirme más en forma o más relajada después de una sesión. ¡Gracias, Judith!”

“Las sesiones de tratamiento de Shiatsu de Judith son… es difícil expresarlo con palabras. ¡Me he llevado una gran sorpresa! Son increíblemente efectivas. Me siento más ligera, más lúcida y más relajada. Judith es una persona abierta, con la que es fácil hablar, y sus sesiones de Shiatsu son perfectas. Es una suerte tenerla aquí.”

“Estoy embarazada de nueve meses y, en parte gracias a Judith, aún camino con normalidad. Sus tratamientos no sólo te dejan profundamente relajada, sino que, además, siempre dan en el clavo. He recibido muchos masajes, pero nunca nadie antes se había interesado por ver “como estoy de forma global”. Antes de cada sesión, Judith dedica unos minutos a hablar conmigo, a preguntarme cómo me siento, etc. Eso me pareció muy agradable desde el primer momento. Así que también hay espacio para hablar de las cosas que me incomodan cada semana. Cuando estás embarazada, siempre sale alguna cosa pequeña. Judith se ocupa siempre de tratarlas. Este tipo de tratamiento me parece más que recomendable; después de dar a luz, seguiré viendo a Judith para que me trate la cadera y otras cosas.”

“Recibí mi primer tratamiento de Shiatsu gracias a un vale. No tenía experiencia previa, por lo que tampoco tenía expectativas concretas. Shiatsu: el contacto que mueve. Judith no pudo ponérmelo más fácil. En sus manos sensibles me siento segura. Puedo abrirme completamente —como un bebé— a la presión y el movimiento de sus manos. Después de cada tratamiento, me siento relajada y revitalizada. Estoy empezando con la menopausia y tengo sofocos repentinos. Una única sesión fue suficiente para que no haya vuelto a tenerlos. Estoy entusiasmada con lo que puede aportarme el Shiatsu, así que inmediatamente reservé cinco sesiones de tratamiento.”

«Es difícil describir lo bien que me siento después de cada sesión de Shiatsu con Judith. Siempre logra calmar mis tensiones físicas y emocionales; desencadena en mí una sensación de estar centrada que permanece conmigo durante un tiempo. Fui capaz de dejarme ir desde el primer momento porque me sentía muy bien cuidada.»

“Estaba embarazada de siete meses y en mi vientre ya quedaba poco espacio cuando acudí a la primera sesión de Shiatsu. Bastó con que Judith me tocase un par de veces para que el bebé empezase a moverse; y tuve la impresión de que por primera vez desde hacía mucho tiempo de repente volvía a tener suficiente espacio en mi interior. Al final de la sesión, que duró una hora, el bebé volvió a encajar de maravilla en mi barriga. Lo sentí como una parte de mí que estaba exactamente donde le correspondía. Además, me siento la espalda fuerte y relajada. Ahora me está costando menos llevar el embarazo. Ha sido una gran ayuda. Muchas gracias. Seguiré viniendo periódicamente.”

“Cuando vine a Shiatsu tenía dolores de espalda constantes. La experiencia fue sorprendente. Ya durante el masaje sentí que mi espalda, y todo mi cuerpo, estaban mejor. Tuve la sensación de que me estaba invadiendo la primavera. Me sentía contenta, esperanzada y bien. Desde que recibí el masaje, tengo una sensación de hormigueo sanador en toda la espalada. Me siento fenomenal. ¡Gracias!”

“Fue una sesión intensa, en la que establecimos rápidamente una conexión fuerte. Al principio estaba muy nervioso, pero pronto sentí cómo me ablandaba entre las manos sabias de Judith. Me dejé ir y Judith me sostuvo. Fue magnífico.»

“Una sala tranquila y luminosa; un futón amplio y mullido sobre un suelo de madera natural, y una terapeuta de Shiatsu sumamente afable: eso es lo primero que pensé cuando entré en la sala en la que Judith trata a sus clientes. Y creo que puedo sentir la satisfacción natural que experimenta cuando toca a la gente, unas veces de manera profunda y otras con suavidad; a veces de forma exigente y luego otra vez reconfortante; a veces movilizando y luego volviendo a estirar.
Como tengo mucha confianza en Judith —en su persona, su conocimiento y la calidad de su forma de tocar—, puedo dejarme ir y disfrutar de la profundidad de cada encuentro. Judith cuida de mi cuerpo y de mi alma exactamente como a mí me gusta. ¡Muchas gracias!”

«Imagina que tu rodilla es un cruce en el que los semáforos no funcionan.
Y que sólo se oyen pitidos de coches y gente gritándose. Y que todo se paraliza.
Entonces sientes el pulgar de Judith, y el griterío se intensifica.
El pulgar se queda donde está, reposando en calma, reposando hasta que todo el mundo empieza a cederse el paso, hasta que cada cual continúa su camino.»

«Haces que me sienta bien. Estimulaste exactamente los puntos adecuados en el orden apropiado. Sentí un hormigueo en el cuerpo. Después del tratamiento, me sentí más relajada y lúcida. Esa sensación se mantiene conmigo durante mucho tiempo —hasta el día siguiente, de hecho—, y entonces puedo dejarme ir aún más.»

«Tengo que admitir que las sesiones de Shiatsu son muy muy agradables… pero la energía que se libera después es increíble. Me siento ligero y, al mismo tiempo, fortalecido. Me siento revitalizado, y es probable que pueda dormir bien. No me pregunto por qué… sólo sé que me sienta muy bien. ¡Gracias!»

«El tratamiento de Shiatsu de ayer me sentó fenomenal. Por la tarde me sentí revitalizada y luego pude dormir de seguido toda la noche. Hacía años que no lo conseguía. Nuestra primera cita fue por la mañana y me cargó de energía para el resto del día. Esta energía no sólo me ayudó a enfrentarme al trabajo, sino que aumentó mi sensación de bienestar. En mi día a día me doy cuenta de que, en general, tiendo a acumular tensión, y ahora soy capaz de relajarme con más facilidad. Estoy deseando que lleguen nuestras próximas sesiones y tu seminario.»

“Vine a mi primera sesión de Shiatsu estando embarazada de ocho meses, con la sensación de estar completamente sobrecargada. Dormía mal, no lograba entregar trabajo importante a tiempo, el bebé aún estaba mal colocado y tenía ganas de llorar todo el rato. Gracias al trabajo de Judith me sentí mucho más ligera físicamente, algo que no esperaba en absoluto sentir al final del embarazo. Junto con las tensiones físicas, se disiparon también las tensiones emocionales y todo salió bien. El parto fue relativamente rápido y sencillo. Y tu trabajo ha tenido mucho que ver con esto. No sabría cómo agradecértelo, Judith.»

«Creo que eres muy abierta y amorosa, como terapeuta y como persona. Te acercas a tus clientes llena de curiosidad, siempre bien dispuesta a descubrir lo mejor y más bello de cada uno de nosotros… y pareces constantemente sorprendida por la dirección que toma cada encuentro. Como una escultora, ves el potencial de cada pedazo de mármol, su estructura y su textura. Pero, aun así, te sorprendes con cada nueva creación que emerge de él. Debe de ser muy gratificante para ti. Para tus clientes sin duda lo es. ¡Gracias!”

«La sesión de Shiatsu me sentó muy bien. Me sentí muy ligera; sentí que la energía fluía dentro de mí… y pude poner mis problemas a una distancia apropiada.»